
Cómo entender el desplazamiento de la hegemonía del "soft power" cultural estadounidense (Hollywood, música pop) por una nueva fuerza proveniente del Sur Global, específicamente de India, Turquía y Corea del Sur.
La publicación Los nuevos reyes del mundo de la autora Fatima Bhutto nos explica el fenómeno Bollywood (India), dizi (Telenovelas turcas) y k-pop (Corea del sur) desde su inicio. Argumenta que la globalización ya no es una calle de un solo sentido donde el mundo consume cultura occidental, sino que ahora fluye en múltiples direcciones, con narrativas y estéticas que resonan profundamente con audiencias masivas en países en desarrollo, desde América Latina hasta el Medio Oriente y el Norte de África.
Nos explica que el "sueño americano" como ideal cultural global ha perdido su atractivo. Lo atribuye a factores como las guerras en Irak y Afganistán, la crisis financiera del 2008 y una creciente percepción de hipocresía. Esto ha creado un vacío que otras industrias culturales están llenando.
En el libro podemos encontrar las principales características de estos fenómenos culturales
El Poder de Bollywood (India):
Se presenta a Bollywood como la industria cultural más prolífica del mundo, produciendo muchas más películas al año que Hollywood. Su éxito global no se basa en efectos especiales o presupuestos descomunales, sino en su emocionalidad, melodrama, música coreografiada y narrativas familiares que abordan temas universales como el amor, la familia y la lucha entre el bien y el mal. La superestrella Shah Rukh Khan es presentado como el rey indiscutible de este fenómeno. Vemos su inmensa popularidad en mercados como Afganistán y Perú, donde los fans se identifican con sus historias de ascenso social y sus personajes románticos y vulnerables, a diferencia de los héroes hipermasculinos y a menudo violentos de Hollywood.
El Ascenso de los Dizis Turcos (Turquía):
Las telenovelas turcas, o dizis, han conquistado audiencias masivas desde América Latina hasta los Balcanes, el Norte de África y Asia Central. Su éxito se debe a que presentan un "musulmán moderno" con el que estas audiencias pueden identificarse: personajes que son devotos pero también modernos, elegantes y secularizados. Ofrecen un puente entre la tradición y la modernidad. A diferencia de las series occidentales, que a menudo se perciben como demasiado liberales o sexualizadas, los dizis suelen enfatizar valores familiares, romance casto y dramas morales, lo que los hace más aceptables y atractivos para sociedades más conservadoras.
El Fenómeno K-Pop (Corea del Sur):
El K-Pop es presentado como la antítesis de la rebeldía y individualismo del rock and roll y el hip-hop occidentales. Su atractivo radica en la perfección, la coreografía sincronizada, la cortesía de sus idols y una estética de "lindo" o kawaii. Las estrellas del K-Pop son productos meticulosamente elaborados por grandes empresas (como SM Entertainment), que controlan cada aspecto de su imagen y vida. Esta "inocencia" y falta de controversia es precisamente lo que las hace comercializables globalmente y aceptables para padres en mercados conservadores. El grupo BTS es citado como el máximo ejemplo de este éxito global, atrayendo a una legión de fans (las ARMYs) en todo el mundo.
Este texto ofrece una introducción esencial para comprender cómo estas tres industrias han comenzado a dominar el mapa cultural global, conquistando cada vez más canales de distribución en México y en todo el mundo.