Si la inocencia es una cualidad del espíritu que señala ausencia de culpa, entre los personajes de estos relatos abundan mujeres y hombres sencillos que, sin embargo, enfrentan situaciones terribles en cuyos pliegues se agazapa la maldad pura, encarnada en policías enfermos de poder, burócratas kafkianos, delincuentes, amantes egoístas, maridos abusivos o perros salvajes dispuestos a devorarlos. ¿Qué hacer ante tales embates del destino? Hiram Ruvalcaba sigue a sus criaturas paso a paso y con ello traza la ruta existencial, humana, que los lleva desde su circunstancia indefensa hasta la acción que los hará emerger airosos de la violencia en que se hallan inmersos, o bien terminará por hundirlos sin remedio en la desgracia y en la culpa.
Relatos duros, a veces descarnados, en los que el autor no titubea en exponer homicidios, humillaciones, crueldades y amarguras, las nueve piez...leer más