
A lo largo de sesenta años, Boris Cyrulnik ha sido testigo vivo de lo que él denomina «la loca historia de la psiquiatría», que va desde la práctica de la lobotomía, el uso de camisas de fuerza mentales y físicas, las condiciones deplorables que padecían los pacientes en los hospitales psiquiátricos; luego Lacan y el psicoanálisis, hasta llegar a la tranquilidad que le ha aportado la teoría del apego, de la cual la resiliencia es su capítulo preferido, su portavoz.
A lo largo de sesenta años, Boris Cyrulnik ha sido testigo vivo de lo que él denomina «la loca historia de la psiquiatría», que va desde la práctica de la lobotomía, el uso de camisas de fuerza mentales y físicas, las condiciones deplorables que padecían los pacientes en los hospitales psiquiátricos; luego Lacan y el psicoanálisis, hasta llegar a la tranquilidad que le ha aportado la teoría del apego, de la cual la r...leer más