
Una herejía se presenta cuando lo correcto es hacer algo que está mal. Es insistir en que dos más dos son cuatro cuando lo apropiado, lo patriótico, lo profesional, es decir que son cinco. Es creer que la tierra se mueve alrededor del sol cuando Lutero, Calvino y el cardenal Bellarmine nos dice que el sol se mueve alrededor de la tierra. Desde luego que sería un error pensar que herético es siempre correcto. No es así. Además, la herejía a menudo no tiene nada que ver con el bien o el mal, en el sentido literal –matemático o científico– de estos términos. Sin embargo sí tiene que ver con no creer en lo que los demás creen o en lo que uno mismo debería creer, o con proclamar que no se cree cuando lo correcto sería profesar esa creencia o, al menos, permanecer callado. Herejías es un libro absolutamente personal de Thomas Szasz, uno de los más eminentes psiquiatras y filósofos de la psi...leer más